Ahí va, sin fotos ni 'na':
a ver si
abandonamos de una vez esa actitud victimista que nos lleva a quejarnos
de todo lo que nos pasa, echando la culpa a otros, y asumimos la
responsabilidad que tenemos en llevar nuestras vidas en coherencia con
lo que creemos; a ver si desarrollamos de una vez una actitud más creativa. Un ejemplo: el dinero no vale nada, no
nos da seguridad, no es nuestro principal valor. No lo guardes, si tienes algo, sácalo
del banco y compártelo en proyectos que lo necesitan. Empecemos por
valorar más lo que somos capaces de compartir y menos lo que poseemos
individualmente. Ayudando a crear riqueza a nuestro alrededor, nos
hacemos más ricos.
¿Obvio, no? Pues ala, que no se diga.
No hay comentarios:
Publicar un comentario